“La vida es simple. La vida no es complicada. La vida es sólo una cosa, identifícate a ti mismo” Yogi Bhajan
En Diciembre, los componentes esenciales de nuestra condición humana, que son el cuerpo, la mente y el alma, se tienen que poner de acuerdo. Y lo más importante en este acuerdo que tienen que lograr, es que los sentimientos se valoren y se expresen.
El que se logren expresar no necesariamente tiene que ver con comunicárselos a otro, sino tiene que ver con que se hagan presentes en nuestra propia consciencia. En otras palabras, los conceptos mentales y las sensaciones y emociones tienen que encontrar un espacio de igualdad a la hora de generar un significado de quién soy yo a nivel consciente.
Es como la democratización de nuestra identidad, que se ve llamada a abrirse y recoger todas las voces de nuestro ser. A nivel mental, están los pensamientos, los conceptos, las ideas. A nivel corporal están las sensaciones y percepciones, de donde surgen las emociones.
Es en el corazón en donde se pueden encontrar ideas y emociones para dar un cuadro integrado, completo y verdadero de lo que nos sucede, y desde ahí, aceptar y valorar quienes somos, quien estamos siendo, momento a momento.
En diciembre, para poder ser verdaderos, es esencial que reconozcamos nuestra forma de sentir, y que la podamos integrar para que también se siente a la mesa de la negociación de lo que vamos a expresar como individuos conscientes.
La oportunidad es la de manifestarnos más auténticamente en la imagen que proyectamos de nosotros mismos, la forma que adoptamos sea más afín, y también que nuestras palabras recojan y transmitan lo que hay en el corazón, que es el tesoro que le da sentido a la vida.
No se trata de ir lanzándole al mundo todo lo que nos pasa, ni ser rudos ni desconsiderados. Pero más vale que salga, a que se quede atrapado en el miedo, la desintegración de la duda.
En cierta forma, es una prueba de fe, porque al fin y al cabo, no controlamos lo que sentimos. Solo podemos refinar y entrenar el manejo que hacemos de nuestros sentimientos.
El poder verlos y darles espacio es también una muestra de humildad, reconocer que no somos mejor que nadie. Permitir que se muestren y se expresen, también es un acto de confianza en uno mismo y en el otro, reconocer que tampoco soy peor que nadie.
Entonces para identificarte a ti mismo, la clave para vivir esta vida humana, parte por identificar tu manera de sentir. Identifica cuánto la conoces, qué la motiva, qué dice de ti. Y lo que haces con eso, el espacio y la relevancia y reverencia que le das.
No olvidemos que las emociones son el lenguaje del alma. Y en diciembre se instalan en las relaciones y en el corazón, para que las veamos, y les demos el crédito que se merecen.
Gracias Karam Jot Kaur por mantenernos todo el año con tus pronósticos de Numeroscópica.
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